¿Cómo ha impactado el comercio internacional al empleo y producción doméstica?
Durante la década pasada, los datos con respecto a este tema sugieren que a diferencia de las economías protegidas, las que son abiertas logran un mayor crecimiento económico con una alza en el comercio con relación al PIB, lo cual resulta en una mayor creación de empleos. Para el 2007, todos los países de la OCDE habían aumentado sus empleos (a excepción de Japón, Polonia y la Rep. Checha), bajando la tasa de desempleo de un 7.2% (a 1995) a 5.6% (a 2007).
La rotación en los mercados laborales: es un fenómeno en el que se sufre una destrucción y una creación de empleos de forma simultánea. Al modificarse los patrones del comercio internacional, se vive esta circulación continua de trabajadores de empresas en decadencia a otras en expansión. Dicho esto, la estabilidad laboral total no ha cambiado mucho.
Hoy en día sobra decir que millones de empleos dependen del comercio internacional, y podemos decir que esto resulta en una parte positiva pero que conlleva altos riesgos. Algunos puntos a tomar en cuenta son:
- Las importaciones favorecen a la creación de empleo ya que mejoran la competitividad de las empresas, mientras que las exportaciones permiten a las empresas acceder a mercados más amplios. En algunos países, la participación del empleo relacionado con las exportaciones en el empleo nacional puede alcanzar el 30% (Informe sobre el comercio mundial 2017).
- A diferencia de las empresas que se centran en el mercado local o nacional, las importadoras y exportadoras tienden a pagar salarios más altos, llegando a pagar hasta un 30% más que las que no participan.
- A pesar de que la apertura del comercio suele resultar en un aumento del nivel de empleo y mejoras salariales, esto no significa que beneficie a todos los trabajadores, ya que la repartición de las ganancias está condicionada a las diferencias regionales e individuales. Así mismo, políticas internas, factores macroeconómicos y obstáculos de movilidad laboral, influyen en como se reparten los beneficios.
- En muchas ocasiones, este tipo de comercio requiere de una utilización de tecnologías actuales, lo cual se puede traducir en un aumento de la demanda de trabajo cualificado, acelerando un cambio estructural. Esto no significa que sea necesariamente algo malo para la mano de obra menos cualificada, ya que, al contrario de lo que se podría pensar, el comercio internacional promueve la escolarización así como la mejora y mayor uso de la tecnología.
- Con respecto a la mujer, también se ha visto afectada con la apertura de comercios, ya que se requiere mayor mano de obra, lo cual ha apoyado a que estas reciban una mayor educación.
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